De esta oración se “derivó” la versión actual del “Padre Nuestro”, la oración ecuménica de ISSA (Yeshua).
Está escrita en arameo, en una piedra blanca de mármol, en
Jerusalén / Palestina, en el Monte de los Olivos, en la forma que era invocada
por Yeshua.
El arameo fue un idioma originario de la Alta Mesopotamia (siglo VI
AC), y era la lengua usada por los pueblos de la región. Yeshua siempre hablaba
al pueblo en arameo.
La traducción del arameo al español (sin la interferencia de la
Iglesia) nos muestra cuán bella, profunda y verdadera es esta oración de
Yeshua:
Padre-Madre, Respiración de la Vida ¡Fuente del sonido,
Acción sin palabras, Creador del Cosmos!
Haz brillar tu luz dentro de nosotros, entre nosotros y
fuera de nosotros, para que podamos hacerla útil.
Ayúdanos a seguir nuestro camino respirando tan sólo el
sentimiento que emana de Ti.
Nuestro Yo, en el mismo paso, pueda estar con el Tuyo,
para que caminemos como Reyes y Reinas con todas las otras
criaturas.
Que tu deseo y el nuestro, sean uno sólo, en toda la
Luz, así como en todas las formas, en toda existencia individual, así como en
todas las comunidades.
Haznos sentir el alma de la Tierra dentro de nosotros,
pues, de esta forma, sentiremos la Sabiduría que existe en todo.
No permitas que la superficialidad y la apariencia de
las cosas del mundo nos engañen, y nos libere de todo aquello que impide nuestro
crecimiento.
No nos dejes caer en el olvido de que Tú eres el Poder
y la Gloria del mundo, la Canción que se renueva de tiempo en tiempo y que todo
lo embellece.
Que Tu amor esté sólo donde crecen nuestras acciones.
¡Qué así sea!